EFECTOS DE LOS PSICODÉLICOS

 LSD

La LSD, al igual que las plantas alucinógenas, actúan sobre ciertos grupos de receptores de serotonina conocidos como los receptores 5-HT2, y que sus efectos son más prominentes en dos regiones del cerebro: una, la corteza cerebral, el área involucrada en el estado de ánimo, la cognición y la percepción; y la otra, el locus ceruleus, que recibe las señales sensoriales de todas las partes del cuerpo y que ha sido descrito como "el detector de novedades" del cerebro debido a importantes estímulos externos.

 

Los efectos comienzan entre 30 a 90 minutos después de ser ingerida y pueden durar hasta 12 horas. Los usuarios se refieren a la LSD y a otras experiencias alucinógenas como "viajes" y a las experiencias adversas agudas como "viajes malos", los efectos de la droga son impredecibles y pueden variar con la cantidad ingerida y la personalidad, el estado de ánimo, las expectativas y los alrededores del usuario.

Pueden experimentar algunos efectos fisiológicos, como aumento en la presión arterial y en el ritmo cardiaco, mareo, inapetencia, sequedad bucal, sudoración, náusea, entumecimiento, y temblores, pero los principales efectos de la droga son emocionales y sensoriales. Las emociones del usuario pueden variar rápidamente dentro de un rango que va desde el miedo hasta la euforia con transiciones tan rápidas que le puede parecer al usuario que experimenta varias emociones simultáneamente.

La LSD también tiene efectos sobre los sentidos, los colores, los olores, los sonidos y otras sensaciones parecen intensificarse agudamente. En algunos casos, las percepciones sensoriales pueden combinarse en un fenómeno conocido como sinestesia, en el que una persona parece oír o sentir los colores y ver los sonidos. 

Las alucinaciones distorsionan o transforman las formas y los movimientos, y pueden dar lugar a una percepción de que el tiempo pasa muy lentamente o de que el cuerpo del usuario está cambiando de forma. En algunos viajes, los usuarios experimentan sensaciones que son agradables y mentalmente estimulantes y que producen una sensación de un entendimiento realzado. Los viajes malos, incluyen pensamientos aterradores como de pesadilla y sentimientos de ansiedad y desespero que incluyen el miedo de volverse loco, de morirse o de perder el control.

 

Los usuarios de LSD rápidamente desarrollan un alto grado de tolerancia a los efectos de la droga, después de un uso repetido, necesitan dosis cada vez mayores para lograr efectos similares, también produce tolerancia a otras drogas alucinógenas como a la psilocibina y la mezcalina, pero no a las drogas como la marihuana, las anfetaminas y el PCP, que no actúan directamente sobre los receptores de serotonina afectados por la LSD. La tolerancia a la LSD dura poco y se pierde si el usuario deja de usar la droga varios días. No hay evidencia de que la LSD produce síntomas físicos de abstinencia cuando se descontinúa el uso crónico.

Dos efectos a largo plazo han sido asociados con el uso de la LSD: una psicosis persistente y el trastorno perceptivo persistente por alucinógenos, conocido más comúnmente como "flashbacks", es decir, la reaparición espontánea de sensaciones similares a experiencias vividas cuando se usó la droga. No se conocen las causas de estos efectos, que en algunos usuarios ocurren después de una sola experiencia con la droga.

Psicosis. Los efectos de la LSD pueden ser descritos como una distorsión o desorganización de la capacidad de la persona para reconocer la realidad, pensar racionalmente, o comunicarse con los demás. Algunos usuarios de LSD experimentan efectos psicológicos devastadores que persisten después de que el viaje ha terminado, produciendo un estado similar a la psicosis que dura largo tiempo. La psicosis persistente inducida por la LSD puede incluir cambios dramáticos de ánimo, cambios que van de la manía a una depresión profunda, perturbaciones visuales vívidas y alucinaciones. Estos efectos pueden durar por años y pueden afectar a personas que no tienen historia alguna ni otros síntomas de trastornos psicológicos.

 

Trastorno perceptivo persistente por alucinógenos. Algunos ex-usuarios de LSD informan haber tenido experiencias conocidas coloquialmente como "flashbacks", y que los médicos llaman "HPPD". Estos episodios son ocurrencias espontáneas, repetitivas, y a veces continuadas de algunas de las distorsiones sensoriales originalmente producidas por la LSD. La experiencia puede incluir alucinaciones, pero más a menudo consiste en perturbaciones visuales como ver un movimiento falso en los costados del campo visual, destellos brillantes o de colores, o aureolas o colas de luces adheridas a objetos en movimiento. Esta condición típicamente persiste, y en algunos casos se mantiene por años sin modificarse, después de que la persona ha dejado de usar la droga.

No hay un tratamiento establecido para el HPPD, aunque algunas drogas antidepresivas pueden reducir los síntomas. La psicoterapia puede ayudar a los pacientes a adaptarse a la confusión asociada con la distracción visual, y a minimizar el miedo, que algunos expresan, de que están sufriendo un daño cerebral o un trastorno psiquiátrico.



 

DMT (Dimetiltriptamina)

El principal efecto es provocar alucinaciones, tanto visuales como auditivas y sensoriales, puede incluir comunicaciones extrasensoriales o no verbales con distintos seres o percepción de haber realizado viajes astrales. Así mismo, su uso prolongado y en dosis altas puede inducir episodios maníacos y psicóticos, o un aumento de la sintomatología asociada a estos estados. De igual forma, puede generar síntomas de abstinencia ante una retirada brusca. Las náuseas, mareos o escalofríos son frecuentes al comienzo de la experiencia.

Algunos efectos secundarios pueden ser nerviosismo, ansiedad, frío o calor, efectos visuales que provocan confusión y, en general, los habituales que pueden provocar las sustancias alucinógenas. Durante la fase de subida, puede aparecer cierta ansiedad y/o confusión, suelen ser pasajeras. El uso frecuente genera tolerancia, de modo que el consumo deja de producir el mismo efecto, la tolerancia disminuye tras unos días de abstinencia. Fumando la DMT, existe poco riesgo de sobredosificación, ya que después de una cierta dosis la persona usuaria pierde el contacto con la realidad y no se consigue fumar más. Normalmente, no recuerda lo que pasó cuando toma dosis altas (y, por lo tanto, tampoco es deseable tomarlas).  Con la DMT consumida por vía oral, a partir de una cierta dosis, que depende de cada persona, los efectos pueden ser demasiado intensos y la persona usuaria puede experimentar un “viaje difícil “, que puede acompañarse de alucinaciones desagradables, agitación, desconfianza en las personas del entorno, paranoia y temblores. Es limitado en el tiempo, aunque, a veces, puede durar más de 24 horas. En casos de prolongación excesiva de estos efectos negativos, es recomendable solicitar ayuda médica. Otros efectos incluyen visiones que pueden tener un carácter geométrico o fractal, la sensación de encontrar diferentes formas de vida o seres, mayor sensibilidad a los estímulos sonoros y visuales en general, distorsiones visuales e ilusiones ópticas con los ojos abiertos y visiones de diferentes tipos con los ojos cerrados., pudiendo, en ocasiones, ir más allá del viaje y entrar en un estado mayor de alteración de la conciencia con percepciones distorsionadas más profundas en cuanto a olores, sonidos y visiones mucho más profundas. Sentimientos de unidad con el entorno y las demás personas, sensación de "comprender" la vida y la existencia. Experiencias místicas y una fuerte tendencia a pensar en términos existenciales. Estos efectos se han registrado frecuentemente en la literatura científica y se interpretan como el resultado de la combinación de los efectos cognitivos y emocionales producidos por la sustancia.

Cuando se fuma DMT, los efectos empiezan a aparecer a los pocos segundos, la fase de subida dura alrededor de 1-2 minutos, la llamada meseta entre 5 y 10 minutos y la fase de bajada entre 2 y 5 minutos. Cuando se consume por vía oral, los efectos tardan entre 20 minutos y 1 hora en subir, duran de 2 a 5 horas, con una bajada de entre 20 minutos y 1 hora.




PCP (Fenciclidina) 

La PCP afecta el funcionamiento cerebral, bloqueando la capacidad de concentración y de pensamiento lógico, y alterando la percepción, los pensamientos y el estado de ánimo. Algunos usuarios experimentan euforia en diferentes grados, mientras que otros sienten ansiedad o pánico. Su consumo habitual produce trastornos emocionales, pérdida de memoria, dificultad para hablar y pensar, síntomas depresivos y pérdida de peso, que pueden persistir hasta un año después de suspender su uso. La PCP potencia el efecto de otros depresores del sistema nervioso central, como el alcohol y las benzodiazepinas, pudiendo incluso poner en peligro la vida. Afecta a la memoria y a las capacidades de procesar emociones y de aprender. A dosis bajas, los efectos de la PCP pueden ser similares a los de una borrachera. Puede hacer que los consumidores se sientan desconectados de sus cuerpos y de lo que les rodea. También puede distorsionar las percepciones visuales, sonoras y de la realidad; es una droga que se conoce por conferir una falsa sensación de fuerza, poder e invencibilidad al consumidor. Las dosis altas de PCP pueden provocar alucinaciones y síntomas similares a los de enfermedades mentales como la esquizofrenia. Estos incluyen la ansiedad, los delirios, la paranoia, los problemas para formar pensamientos coherentes, las ideas suicidas y el comportamiento extraño. Los consumidores se pueden volver violentos. Algunos efectos secundarios son entumecimiento corporal, mareos, babeo, arrastrar las palabras o habla incoherente, pérdida de la coordinación muscular y del equilibrio, sudoración profusa, movimientos oculares rápidos e involuntarios o mirada perdida, náuseas y vómitos.

La PCP es adictiva. Consumirla durante mucho tiempo puede llevar a tener deseos incontenibles, tanto psíquicos como físicos, de consumirla y a comportamientos compulsivos para obtenerla. Al tratarse de una droga tan adictiva, sus consumidores la siguen tomando incluso aunque conozcan los problemas de salud que causa. Puede tener efectos sedantes, si se mezcla con otras sustancias de efectos sedantes, como el alcohol o depresores del sistema nervioso, puede llevar al consumidor al coma y a consecuencias graves, de riesgo vital. Algunos consumidores de PCP tienen recuerdos recurrentes (o flashbacks) frecuentes y otros trastornos mentales durante largos períodos de tiempo.

Dependiendo de la dosis y de la forma en que se tome la PCP (inyectada, fumada o tragada), sus efectos se pueden notar al cabo de 2 a 5 minutos y durar de 6 a 24 horas.



Psilocibina

El uso de la psilocibina se asocia a consecuencias físicas y psicológicas negativas. Entre los efectos físicos, que aparecen en un lapso de 20 minutos luego de la ingestión y que duran unas 6 horas, se incluyen náuseas, vómitos, debilidad muscular, somnolencia, y falta de coordinación. Si bien no hay pruebas de que los usuarios se vuelvan dependientes de la psilocibina, ciertamente se desarrolla una tolerancia a la droga cuando se ingiere de manera sostenida durante un breve período de tiempo. 

Entre las consecuencias psicológicas de usar la psilocibina están las alucinaciones y la incapacidad de discernir entre la fantasía y la realidad. Pueden ocurrir reacciones de pánico y psicosis, sobre todo si el usuario ingiere una dosis grande.

Además de los riesgos asociados con la ingestión de psilocibina, los que intentan ingerirla también corren el riesgo de envenenarse si identifican erróneamente una de las muchas variedades de hongos venenosos tomándola por el de psilocibina.




Ololiuqui

Habitualmente se comparan los efectos de las semillas que contienen ergina/LSA con los efectos de la LSD. Sin embargo, en los distintos estudios y reportes de usuarios sobre los efectos de las semillas de Ipomoea y Argyreia no se describen efectos psicodélicos clásicos, y los efectos que predominan son la sedación y la fatiga, con una pequeña presencia de cambios perceptuales y cognitivos, como alteración en la visión de los colores y elevación del estado de ánimo.

Por ello, los efectos de las semillas que contienen ergina/LSA no deberían compararse a los de la LSD ni otros psicodélicos clásicos, ya que si bien pueden proporcionar experiencias en las que haya introspección y ligeros cambios perceptivos, sus principales efectos son sedantes y no psicodélicos. Además, la ergina tiene unos efectos somáticos de los que carece la LSD, como son sensaciones corporales desagradables y sensación de intoxicación.

Los efectos, cuando las semillas son ingeridas por vía oral, suelen presentarse entre 40 y 90 minutos tras su ingestión, y los efectos máximos se alcanzan hacia las 2 h o 2:30 h. La duración total de los efectos suele ser de unas 5-8 horas, aunque en algunos casos los efectos persisten durante más tiempo.



MDMA

Quien consume MDMA puede experimentar los efectos embriagadores de la droga alrededor de 45 minutos después de tomar una sola dosis. Esos efectos incluyen una intensificada sensación de bienestar, mayor extroversión, calidez emocional, empatía hacia otros y la disposición a conversar sobre recuerdos con gran carga emocional. Además, la gente reporta la intensificación de la percepción sensorial como una marca distintiva de la experiencia con MDMA.

Sin embargo, la MDMA también puede causar varios efectos secundarios agudos. Por ejemplo, si bien las sobredosis letales de MDMA no son comunes, pueden potencialmente poner en riesgo la vida, con síntomas como presión arterial alta (hipertensión), desfallecimiento o mareos, ataques de pánico y, en casos graves, pérdida del conocimiento y convulsiones.

A causa de sus propiedades estimulantes y las situaciones en las que frecuentemente se consume, la MDMA está asociada con la actividad física vigorosa por períodos extendidos en ambientes calurosos. Esto puede causar uno de los efectos secundarios agudos más importantes, si bien poco común: un marcado aumento de la temperatura del cuerpo (hipertermia). Los resultados de investigaciones con ratas demuestran que aun una dosis moderada de MDMA interfiere con la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, lo que potencialmente puede tener consecuencias fatales en ambientes calurosos. El tratamiento de la hipertermia requiere atención médica inmediata, ya que puede llevar rápidamente a la descomposición del tejido muscular o a un desequilibrio de electrolitos (sodio), que a su vez pueden causar insuficiencia renal o una inflamación mortal del cerebro, particularmente en las mujeres. El consumo de MDMA en combinación con el ejercicio vigoroso causa deshidratación, lo que lleva a algunas personas a beber gran cantidad de líquido. Sin embargo, esto podría aumentar el desequilibrio de electrolitos o la inflamación del cerebro porque la MDMA hace que el organismo retenga agua. Una dosis moderada de MDMA también puede reducir la eficacia de bombeo del corazón en personas que la consumen regularmente, lo cual es una preocupación especial durante los períodos de intensa actividad física.

La MDMA también puede causar efectos secundarios adversos, entre ellos, tensión involuntaria de la mandíbula, pérdida del apetito, leve distanciamiento de uno mismo (despersonalización), pensamientos ilógicos o desorganizados, piernas inquietas, náuseas, bochornos o escalofríos, dolor de cabeza, sudor y rigidez muscular o articular.

En las horas siguientes al consumo, la MDMA produce una reducción importante de la percepción y predicción del movimiento, por ejemplo, la capacidad de evaluar si un conductor está en peligro de chocar con otro vehículo. Esto destaca los peligros de realizar actividades complejas o que requieren habilidades específicas, como conducir un automóvil, mientras se está bajo la influencia de esta droga. 

Una vez que la MDMA se metaboliza o descompone en el organismo, sus derivados interfieren con la capacidad del cuerpo para metabolizar la droga. En consecuencia, dosis adicionales de MDMA pueden producir niveles de sangre inesperadamente altos, lo que puede agravar los efectos tóxicos de la droga. Además, la combinación de MDMA con otras sustancias tales como cafeína, anfetaminas, mefedrona (una droga similar a las anfetaminas), marihuana o alcohol puede aumentar el riesgo de que se produzcan efectos secundarios adversos relacionados con la MDMA.


Mescalina

Las drogas que contiene este alcaloide en sus estructuras químicas generan alteraciones neuronales y, en especial, alteraciones visuales y espaciotemporales. Las sustancias psicoactivas basadas en este principio activo más conocidas son la mescalina o el San Pedro.

Sus efectos comienzan a sentirse a partir de la media hora y suelen prolongarse hasta 12 horas después. Incluso se han dado casos de personas que han experimentado los efectos de la mescalina durante 24 horas.

Sus efectos más característicos son las alucinaciones visuales y cinestésicas. Es decir, un incremento de la sensibilidad hacia las formas, colores y sonidos de las cosas y una distorsión de la percepción espacial y temporal.

De igual modo, muchos usuarios describen sentirse más introspectivos y estimulados a las reflexiones existencialistas. Por otro lado, también potencia las sensaciones de una comunión intensa entre los grupos o del individuo con la naturaleza. De ahí que se promueva su uso en algunos rituales religiosos comunitarios.


En una primera fase, sus efectos incitan a un estado emocional positivo, cercano a la euforia. Pero también forman parte de sus influjos la embriaguez, la relajación y la disociación, en una segunda fase de su acción.

Como muchas otras sustancias similares, altera la mente, los sentidos y la percepción de las vivencias reales. Pero también puede ocasionar situaciones de despersonalización, de dispersión mental y el llamado «mal viaje». El cual se basa en efectos desagradables que provocan sensaciones alucinatorias terribles, de miedo y descontrol.

Lo cierto es que tanto el estado psicológico previo del sujeto como el ambiente en el cual se consuma son importantes. Pues, los efectos de la mescalina varían en función de los mismos. Las probabilidades de sufrir un mal viaje se reducen si se consume en contextos conocidos y tranquilos y en periodos de serenidad personal.

Entre los efectos secundarios y no tan placenteros que genera la mescalina se encuentran las náuseas y los vómitos; así como la sensación de agotamiento físico. Ello tiene mucho que ver con la duración tan larga de los efectos de la mescalina: unas 12 horas aproximadamente.

Durante este periodo es posible que aparezcan taquicardias, aumento de la respiración y la temperatura corporal. Además de visión borrosa, dificultad para coordinar movimientos, confusión mental y lasitud muscular.

Las probabilidades de tener un «mal viaje» también son elevadas. La extrañeza física o la disociación del yo pueden ser abrumadoras. En estos casos, puede suceder que el sujeto experimenta ataques de pánico o angustia, que se tornen en agresividad.

Asimismo, el fenómeno del flash back puede darse en quienes consumen esta droga de forma sucesiva. Se trata de padecer las mismas sensaciones y efectos, aun cuando no haya tomado la droga en los últimos días o meses.





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